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[12] Iniciativa con Proyecto de Decreto para inscribir con letras de oro en el recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro de la Honorable Cámara de Diputados el nombre de Octavio Paz, presentada por el Diputado Eduardo Sergio de la Torre Jaramillo, en nombre propio y de la Diputada Liliana Carbajal Méndez del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional y suscrita por Diputados y Senadores de otros Grupos Parlamentarios. Presentada en el Pleno de la Comisión Permanente en el Senado de la República el miércoles 25 de junio de 2008.
Los suscritos, Eduardo Sergio de la Torre Jaramillo y Liliana Carbajal Méndez, diputados federales integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional de la LX Legislatura de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, presentan proyecto de decreto para inscribir con letras de oro, en el recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro de la honorable Cámara de Diputados, el nombre de Octavio Paz, de conformidad con la siguiente
Exposición de Motivos
Como parte de una reivindicación legislativa y con el derecho a insistir, consideramos que Octavio Paz, el ensayista, el intelectual, la voz ausente en estos momentos políticos, nos merece hacer una reflexión en torno a una parte de su obra y su impacto en el devenir histórico de México, conectando el Laberinto de la soledad (1950) con Posdata (1970), El ogro filantrópico (1979), Tiempo nublado (1983) Pequeñas crónicas de grandes días (1990), hasta Itinerario (1994). No abundamos en toda su obra porque prácticamente resulta una tarea compleja desde el ámbito congresional.
Podemos afirmar que desde su incursión en la Guerra Civil Española (1937) viró su pensamiento comunista –muy en boga en esos tiempos– haciendo una severa crítica a Stalin en su ensayo Los campos de concentración soviéticos (1951), ya que no concebía que los cambios sociales se produjeran por métodos violentos, algo que chocó con su visión ética de la política, que una de las definiciones podría ser "la verdad frente al compromiso", quizá haciendo alusión al prólogo del libro de Alberto Ruy Sánchez, Tristeza de la verdad: André Gide regresa de Rusia.
Posteriormente sus posiciones se fueron deslizando hacia el liberalismo económico y político hasta llegar a plantear que la única salida política que tenía México era la democracia (basta leer Posdata).
Regresando a sus planteamientos iniciales y particularmente en el Laberinto de la soledad, Paz sintetizó desde una visión antropológica lo que era el mexicano, así como también su reflexión histórica sobre el país, a través de los procesos de Independencia, de Reforma y de Revolución, que consideró como "rupturas y continuidades" de distintos órdenes políticos y económicos y muy probablemente las continuidades culturales, como el pensamiento neotomista y la contrarreforma española.
Postdata era un libro obligado después de su renuncia a la Embajada de México en la India, el único servidor público que dimitió ante la crisis moral del régimen de la revolución mexicana, silenciado en el interior del país, pero con mucha mayor sonoridad su renuncia en el extranjero. Para abundar en esto último, cito una parte de la carta de renuncia que le envió Octavio Paz al Secretario de Relaciones Exteriores, Antonio Carrillo Flores:
No describiré a usted mi estado de ánimo. Me imagino que es el de la mayoría de los mexicanos: tristeza y cólera. Desde hace veinticuatro años pertenezco al Servicio Exterior de México. He sido secretario de Embajada, consejero, ministro y embajador. No siempre, como es natural, he estado de acuerdo con todos los aspectos de la política gubernamental, pero esos desacuerdos nunca fueron tan graves o tan agudos para obligarme a un examen de conciencia…
En el referido libro, el pensamiento paciano disecciona que el régimen de la Revolución Mexicana era el de una revolución inconclusa y traicionada, hay que recordar que Paz nació en 1914 y su padre fue un abogado zapatista. Está por demás afirmar que, con la renuncia a la embajada, Octavio Paz comenzó su crítica al poder del Estado en México y a la izquierda.
De acuerdo con lo anterior, es pertinente mencionar que el propio ensayista afirmaba que había nacido "moderno", esta revelación se da porque la crítica le era inherente a su condición de estar inserto en la modernidad, lo que se evidencia en su combatividad frente a los regímenes totalitarios y autoritarios.
En El ogro filantrópico, un texto importante sobre su visión del Estado mexicano; éste fue represor (1968 y 1971), pero con un brazo social que pretendía beneficiar a la mayoría de mexicanas y mexicanos bajo un régimen autoritario, el cual fue influenciado por el cesarismo revolucionario en la herencia del tlatoani, el Estado para Paz era una fatalidad que había que combatir, claro, bajo una visión antiestatista que residía en la propia sociedad mexicana, esto era incomprensible en esa época, puesto que el propio Estado era el ordenador de la sociedad misma.
Asimismo, observó un presidencialismo con una fuerte tradición patrimonial y clientelar. De la misma forma, enfocó sus críticas hacia la modernización y al desarrollo como mitos o ilusiones, al no tener ningún impacto en la sociedad.
En Tiempo nublado su crítica al socialismo se convirtió en una premonición, allí comparó al PRI con el partido comunista soviético, aunque al final el primero gobernó más tiempo frente a la implosión que tuvo la Unión Soviética en 1991. Asimismo, defendió la libertad económica y política, ya en la etapa de la guerra fría se fue acercando a los Estados Unidos sin dejar de ser crítico de su papel hegemónico.
En el libro Pequeñas crónicas de grandes días, Paz analizó el desmoronamiento de la guerra fría, la desaparición del mundo socialista, con estos hechos el tiempo le da la razón y se profundiza su pensamiento político. A su vez, realizó una revisión de los partidos políticos mexicanos y exaltó el pluralismo como una nueva forma de civilizar la política mexicana.
Itinerario es una vuelta al Laberinto de la Soledad, dejando de ser el peregrino en su patria, allí hace una revisión y un rescate de las grandes corrientes de pensamiento del Siglo XX, del liberalismo y el socialismo, afirma que hay que privilegiar la libertad y la igualdad para diseñar la filosofía política del Siglo XXI.
Por otra parte, Paz afirmó en su ensayo La democracia: lo absoluto y lo relativo, que "…No soy historiador ni sociólogo ni politólogo: soy poeta", pero como lo definió Jesús Silva Herzog Márquez "…La política fue la sombra permanente de sus dos pasiones: la libertad y su aguijón, la crítica. Por ello a Octavio Paz tanto le apasionó, aunque indirectamente la política".
Después de repasar parte de su obra ensayística y valorar sus aportaciones al país en cada una de las etapas históricas a través de sus obras, las cuales dejaron una sólida herencia cultural, consideramos que el nombre de Octavio Paz debe inscribirse con letras de oro en el recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro de la honorable Cámara de Diputados, porque contribuyó a construir un México moderno y a impulsar la democracia desde 1970, se centró en la fortaleza de la sociedad para enfrentar al Estado autoritario en 1979 (lo que hoy se le llama sociedad civil) y propuso el pluralismo en 1990 como una forma de convivencia política, es decir el pensamiento paciano dibujó desde hace más de tres décadas al México del año 2000.
Por lo que nos preguntamos ¿que más actos heroicos para construir al Estado mexicano en la actual democracia?
Refuerzo lo anterior con lo que escribió Jesús Silva Herzog Márquez "…Quizá valga la pena decirlo de una buena vez y no andarse con rodeos: nadie entendió al monstruo político posrevolucionario, nadie anticipó los caminos de la democratización de México, nadie previó con tanta claridad el ritmo de su cambio y la coloratura de sus amenazas como Octavio Paz. Con mucho mayor lucidez que todos los catedráticos universitarios…"
Finalmente, puedo afirmar que su coherencia intelectual y su propia historia nos enseñaron que Octavio Paz aprendió a ser Octavio Paz.
Por lo anteriormente expuesto, proponemos al Pleno de esta honorable asamblea el siguiente:
Proyecto de Decreto
Único. Inscríbase el nombre de Octavio Paz con letras de oro en el Muro de Honor del recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro de la honorable Cámara de Diputados.
Transitorios
Primero. Facúltese a la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias para organizar la ceremonia alusiva.
Segundo. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Sala de sesiones de la Comisión Permanente, a 25 de junio de 2008.
Diputados: Eduardo Sergio de la Torre Jaramillo, Liliana Carbajal Méndez, Pablo Trejo Pérez, Bertha Yolanda Rodríguez Ramírez, Alejandro Chanona Burguete, Nelly Asunción Hurtado Pérez, Beatriz Collado Lara, Felipe Díaz Garibay, Emilio Ramón Flores Domínguez, Alfonso Suárez del Real y Aguilera (rúbricas)
Senadores: Rosalinda López Hernández, Mario López Valdez, Cleomino Zoreda Novelo, Carlos Lozano de la Torre, Fernando Elizondo Barragán, Gustavo Madero Muñoz, Beatriz Zavala Peniche, Santiago Creel Miranda, Adriana González Carrillo (rúbricas).♦