Ideario

 

 

O

ORGANISMOS ELECTORALES

 

 Los organismos electorales de cualquier  nivel, características o nación, deben considerar esta variable ineluctable y bajo esta mística encaminar su trabajo y con ello justificar su presencia sobre todo en países como México donde se cuenta con un organismo especializado en la materia, que constituye una dolorosa sangría financiera para la maltratada sociedad mexicana, que mucho ha desvirtuado su quehacer al convertirse en la más agria de las arenas políticas donde convergen solamente, y como en antaño en otros organismos gubernamentales claves, intereses acomodaticios que jamás tomarán en cuenta la importancia de dar vigor y presencia a una institución que debe formar criterio, conciencia y ahondar en la maltrecha cultura política del mexicano.

 

 Los organismos electorales deben reconsiderar que el hombre jamás renuncia a su facultad de decidir y de gobernarse a sí mismo pues sólo confía y deposita su confianza y parte de su libertad en su gobernante, es decir, en su dirigente, pero esa delegación de confianza en ningún momento constituye renuncia absoluta; el pueblo observa y debe darse cuenta y emitir su juicio ante los desaciertos y equivocaciones de quienes dicen o creen tener la voluntad popular en sus manos y que ven en el voto no la obligación o el derecho, no la búsqueda o la decisión definida y razonada, sino una componenda y la mercancía más barata y más mal pagada que garantiza un bajo costo de producción y un valor de cambio con senda plusvalía.

 

 Hoy, los organismos electorales y los “elegidos” saben que el pueblo poco se ocupa del análisis de estas v variables, tal vez por temor, quizás por resignación o por desesperanza, pero sea lo que fuere, gobernantes y gobernados del mundo, sépanlo bien: en la urna se contrata y en la urna también, hoy por hoy, se emiten o deben emitirse ya los más severos juicios políticos, aquéllos por los que la historia aguarda vigilante para escribirlos en sus delatantes páginas.

 

 

ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS

 

 Cabe mencionar que, si bien es innegable que la Organización de las Naciones Unidas atraviesa, en la actualidad, por un periodo de crisis al evidenciar cierta incapacidad para imponer un orden de derecho y evitar el uso de la fuerza, también lo es que las Naciones Unidas no son sino el reflejo de los Estados que la integran y no pueden ir más allá de lo que sus miembros permitan, por lo cual se debe insistir en perfeccionar los organismos internacionales para alcanzar los objetivos que motivaron su creación y que nuestro país comparte plenamente.

 

 La Organización de las Naciones Unidas sólo es lo que sus miembros quieren que sea, y es ahí donde los seres humanos de todas las naciones, de todos los continentes, de todo el mundo, debemos luchar para que se le permita desempeñar el legítimo papel que le corresponde en el mantenimiento de la paz y en la consecución de la justicia internacional. 

 

 Los actuales momentos que vivimos exigen que la organización rediseñe sus funciones, pues su presencia parece ya carecer del poder suficiente y, en momentos, se observa con claridad cómo carece de poder suficiente como para influir sobre la realidad que  vivimos la que, desde cualquier perspectiva, amerita, ante la presencia de nuevas guerras, la recomposición geopolítica del mundo ya que ellas están transformando, y de qué manera, la correlación de fuerzas dentro del sistema internacional.

  | A | | D | E | F | G | H | I | J | L | M | O | P | R | S | U | V |