Discursos

[78] Intervención en el mitin de cierre de campaña de José Eduardo Anaya Gómez, Candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia Municipal de Sahuayo, Michoacán, México.

 

Parque San Felipe, Sahuayo, Michoacán, México, miércoles 2 de junio de 2021.

 

 

Entrañable amigo y compañero de muchas causas, José Eduardo Anaya Gómez, Candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia Municipal de Sahuayo;

 

Distinguidos integrantes de su Planilla;

 

Distinguida concurrencia, muy buenas noches:

 

Pocas veces se pone uno a pensar en los alcances que pueda tener una campaña política. En antaño de hablaba de aquéllos encuentros ciudadanos multitudinarios donde primaban los discursos, los pronunciamientos, las masas, los vivas, el alarde de las grandes figuras y el reconocimiento a sus acciones buenas o malas, a sus modos de vida, fueran lo que fueran, procedieran de donde procedieran.

 

Las grandes figuras, faraónicas por su estilo de vida y poder que detentaban, eran merecedores de los grandes tratamientos, de las largas sesiones de besamanos muy al estilo de las monarquías electivas. Se adoraba al becerro de oro, y las grandes masas que en esa clase de eventos se concentraban, los recuerdo muy bien porque mi padre me llevaba a ellos, permanecían en silencio escuchando la promesa, atentos a esas voces provenientes como de otra dimensión y no estallaban hasta el final de los largos discursos, para aplaudir sin cansancio, gritar vivas y alabanzas, para seguir el protocolo ensayado con anterioridad y rendir las más altas pleitesías.

 

Hoy, los tiempos son distintos y hay factores que es necesario enunciar: tenemos una ciudadanía cada vez más informada, medios de comunicación masiva, redes sociales, pero también nuevas clases políticas, nuevas costumbres y una sociedad en la que los sectores pensantes no fácilmente aceptan besar los pies de sus verdugos.

 

Son tiempos nuevos, son nuevas formas y los clásicos esquemas ahora han dado un importante giro en virtud de los efectos pandémicos que ha provocado el Covid-19.

 

Pero más han cambiado cuando la ciudadanía decide conocer mejor a sus candidatos, tenerlos cerca, mirarlos a la cara, captar sus miradas, saber de qué están hechos, conocer sus intenciones y a veces, más que estar dispuesta a escuchar propuestas, la ciudadanía quiere al menos saber quiénes son los que están buscando merecer ser depositarios de su confianza.

 

Lo que sí queda claro es que, hoy, es en las urnas donde se pacta y renueva el Contrato Social en los términos que lo entendió y expresó el genio de la Ciencia Política Juan Jacobo Rousseau.

 

José Eduardo Anaya Gómez, un candidato con escuela política, experiencia pública y una visión distinta de lo político que siempre supo escuchar a su equipo de trabajo y más al que ahora habla, se definió por ir a buscar a la gente, por ir a tocar la puerta, pero la gran diferencia estuvo más que en las formas de expresar sus ideas, en el contenido y fondo de las mismas.

 

Cuarenta y cinco días fueron suficientes para tener el mejor diagnóstico de Sahuayo, conocer con precisión la queja ciudadana e idear los mejores esquemas, los mejores ejes rectores y, en su caso, la instrumentación del mejor Plan de Desarrollo Municipal. Esa fue la intención de esta campaña política en la que se visitaron la totalidad de colonias y comunidades del Municipio de Sahuayo; igual se estuvo en factorías de huarache y zapatos que en talleres artesanales, fábricas de diverso giro, organismos empresariales, organizaciones sociales, con el magisterio, con los jóvenes, con las amas de casa, con los niños; todos tuvieron cabida en nuestro afán de conocer la realidad sahuayense, estuvimos incluso para conocer la multiculturalidad de este gran municipio donde supimos, a través de las expresiones artísticas, de las grandes confesiones que llevan en su alma muchos jóvenes excluidos, que dejaron oir su voz, reclamos  y realidades a través del canto.

 

La experiencia que ahora vivimos y que concluye en una primera fase en  la etapa de la campaña política precisamente el día de hoy, por igual demandó sensibilidad, reflexión, estudio y acción ininterrumpida para conjugar el pensamiento que nos orienta en la realidad que deseamos transformar dentro de la legalidad y por la vía que exige la pluralidad política que hoy vivimos en México. Contamos ahora, también, con todo lo necesario para salir airosos en esta importante etapa en la que todo lo hemos hecho con la gana y el empeño que caracterizan nuestros temperamentos siempre dispuestos a hacer las cosas y hacerlas bien.

 

A quienes esgrimen ideas, nuestro candidato supo combatirlos con ideas. Nos impusimos el respeto para nuestros adversarios, que nunca vimos como enemigos porque también son mexicanos; hemos luchado por ganar la confianza del pueblo, poniendo el respeto a quienes piensan distinto a nosotros y que, a través de partidos políticos, nos disputan la confianza del pueblo; admiramos la urbanidad en las relaciones políticas pues ella es requisito para la convivencia política.

 

Apreciable concurrencia:

 

La vida, ese cause infinito de desventuras y sueños, nos enfrenta a circunstancias en las que tenemos que aquilatar nuestra dimensión y talla humanas. Corresponde ahora a nuestro candidato, en su paso por este proceso electoral, porque la figura pública sólo se juzga por el alcance de sus actos y no por sus intenciones y propósitos,  acreditas si ha sido merecedor de la extraordinaria oportunidad de poner sus capacidades y disposición plena al servicio de su pueblo; de dibujar un breve trazo en el colorido paisaje que es la historia de Sahuayo y sumar voluntades en torno a la unidad de este gran municipio.

 

El desempeño de José Eduardo Anaya Gómez, lleva consigo el gran mérito de haber trabajado sin reparo en la consecución de sus objetivos y, por ello, no me queda la menor duda de que supo ganarse la confianza de su pueblo y, por ello, el próximo domingo obtendrá la votación mayoritaria para ser el nuevo Presidente Municipal de Sahuayo.

 

¡Hasta la victoria este domingo 6 de junio!

 

¡Que viva José Eduardo Anaya Gómez y su Planilla!

 

 ¡Que viva Sahuayo!