[6] Intervención en la presentación oficial del Escudo Municipal de Venustiano Carranza, Michoacán en el Restaurante “Candilejas”.
Venustiano Carranza, Michoacán, lunes 31 de diciembre de 1990.
Distinguidas autoridades municipales;
Apreciable concurrencia:
Agradecemos, los cuatro que hemos elaborado este escudo, la presencia en este acto del señor Diputado Local, Alfredo Anaya Gudiño, del Señor Presidente Municipal, Ingeniero Rubén Valencia Andrade, así como de ex Presidentes Municipales y distinguidas personalidades de la comunidad de Venustiano Carranza; ello lo valoramos ampliamente.
Hablar de heráldica, en efecto, es hablar de símbolos, colores y figuras que lejos de constituir un realismo pictórico, representan la historia, costumbres e ideología de un pueblo. En la interpretación de un escudo, deben tomarse en consideración no solamente las figuras que en él aparecen sino, también y fundamentalmente, los colores empleados en su diseño, así como la justificación que de ellos haga su creador o creadores.
Montado en campo blanco, como símbolo de la profundidad y amplitud del tiempo y el espacio, así como de la apertura del universo, el Escudo de nuestro Municipio contiene los siguientes elementos:
Su forma oval rescata la idea de que la historia, la pasada y la que hacemos día con día, se enlaza de manera tal que circula en torno a nuestro proyecto de vida; la cadena de acontecimientos conforman precisamente eso, un círculo, en el que los tiempos parecen repetirse. Así, del pequeño campo del centro, en blanco como señal de la profundidad, la lejanía que a la vez es cercanía, pureza y transformación, surgen las cuatro líneas blancas que dan la división en cruz de los cuatro cuarteles, idea que responde al hecho de ser la partición más armónica dentro de la heráldica civil, y simbolizan la determinación que tiene el pasado sobre el presente y el futuro; él contiene los tres penachos de rica pluma que aparecen en el segundo cuartel derecho del Escudo de Michoacán, inclusive en el mismo orden, y representan a los tres señoríos en que estuvo dividido el Reino Tarasco en la Época Prehispánica, mismos que eran comandados por Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngare, división impuesta por Tariacuri, el más famoso de los Reyes Tarascos.
Según los historiadores, en aquéllos tiempos, cito: “…Ya en Pátzcuaro, Tariacuri dispuso la muerte de su hijo Curátame porque contrajo la costumbre de la embriaguez. Por razones religiosas, mandó matar a otro hijo suyo. Con distintos pretextos, fue disponiendo la desaparición de varios señores y aspirantes a serlo. Como quiera, a su hijo Hiquíngare le dio el oficio de sacrificador, lo puso en aptitud de ser jefe. Hizo otro tanto con sus jóvenes parientes Hiripan y Tangáxoan. Convencido de las cualidades de mando de los tres, los juntó para decirles: ‘No habrá ya más señores en los pueblos. Por el poco servicio que hacen a las servidumbres y por los agüeros, no habrá más de tres señores’. Los tres elegidos por Tariacuri para sucederle fueron Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngare. Entre los tres constituyeron un gran cu o adoratorio. Los tres capitanearon la guerra florida ordenada por Tariacuri para conseguir prisioneros que serían sacrificados por motivos religiosos en el estreno del cu o adoratorio recién construido. Apenas hecha la consagración del cu con el sacrificio de veinte priosioneros, el anciano Tariacuri se dispuso a morir, y sus sucesores se pusieron a conquistar. En una mañana sujetaron a tres señoríos. Al revés, Huaniqueo requirió de tres acometidas para caer en poder de los tres señores: Hiripan, señor de Hiuatzio; Tangáxoan, señor de Tzintzuntzan e Hiquíngare, señor de Pátzcuaro…” (Secretaría de Educación Pública. Lagos Azules y Fuertes Montañas, Colección Monografías Estatales. Colección “El Libro de mi Tierra” de la S.E.P., México, D.F., octubre de 1989; páginas 61 y 62).
En el primer cuartel, en campo de gules (rojo), que denota fortaleza, victoria y osadía, aparecen en la parte superior dos escudos indígenas que representan a los dos únicos pueblos de ascendencia nativa que existieron en la Época Prehispánica en lo que hoy es el Municipio y que fueron: Caro, que significa “lugar seco” y Paxacua “lugar de los setos u hongos”; bajo ellos aparece la torre hispana como símbolo de los núcleos españoles que habitaron en Cumuato y La Palma; los tres elementos representan, en su conjunto, el mestizaje tan marcado en nuestro Municipio y producto del encuentro de dos culturas, de dos mundos en fusión.
En el cuartel segundo, también en campo de gules y como continuación de la secuencia cronológica de nuestro desarrollo histórico, aparece la Campana de la Independencia y bajo ella tres pabellones: el primero de color verde, simbolizan la esperanza de libertad de los Héroes de la Ciénega; el segundo, en blanco, la libertad y la paz que legó Marcos Castellanos en tanto alma del movimiento insurgente; y, el tercero, en rojo, que simboliza la valentía de los soldados insurgentes bajo el mando del General Don Luis Macías, primer jefe rebelde nacido en La Palma en 1749; los tres, simbolizan el triunfo y la independencia y descansan sobre la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos, punto culminante de todo un proceso histórico iniciado en 1810, misma que fue sancionada por su promotor y Presidente de la República, Don Venustiano Carranza, en Querétaro en 1917, ello en atención a que en la actualidad nuestro Municipio lleva el nombre de este singular prócer revolucionario; también representa el respeto irrestricto que como mexicanos debemos profesar por este cuerpo jurídico y a los grandes héroes que desde Miguel Hidalgo hasta Venustiano Carranza ofrecieron sus vidas en todo un proceso continuado de lucha que condujeron a México hasta una vida política sustentada en las instituciones.
En el tercer cuartel, en campo de oro como símbolo de la energía, la fuerza y la entereza, se encuentran los elementos que sustentan el sector productivo de nuestro municipio y que son la agricultura y la ganadería; aparece también el libro abierto como símbolo de la educación, la cultura, el saber y la inteligencia, instrumentos éstos capaces de transformar las actitudes y los esquemas mentales de los individuos, de él se eleva la industria en desarrollo representada por un engrane.
En el cuarto cuartel, en campo de oro, como símbolo de la luz y la claridad, aparece el “Cerro Grande” que celosamente ha vigilado desde tiempos inmemoriables, primero el valle despoblado y hoy ya al pueblo como lo conocemos, ello lo hará hasta el final mismo de los tiempos; la Glorieta, que cubre con su vista los cuatro puntos cardinales del Municipio; la torre de la Iglesia de San pedro, símbolo principal de nuestro pueblo, su estilo arquitectónico la hacen merecedora de este calificativo pues pese a su sencillez no deja de ser hermosa, simboliza la fe cristiana que como incuestionable realidad profesa casi la totalidad de habitantes de Venustiano Carranza que jamás ha seguido modas y siempre han estado fieles a sus principios. El pez en la parte inferior, representa la base histórica del Municipio toda vez que éste fue fundado por pescadores.
El escudo tiene una bordadura en azur (azul) que simboliza la diafanidad de su cielo y la riqueza hidráulica de la municipalidad; sobre esta aparecen nueve estrellas de plata que representan las dos tenencias y las restantes siete encargaturas del orden, así como el número 1935 en su parte inferior, año en que Venustiano Carranza se instituye como Municipio; la cabecera municipal está representada en la parte superior con la estrella grande en oro.
El escudo está timbrado en su parte superior por hojas en verde, que denotan la riqueza natural de nuestro municipio y de la totalidad del Estado de Michoacán. Bajo él, está el listón en vuelo ascendente de color rojo en el que se lee la divisa: “CON NUESTRO PASADO FORJAMOS EL PRESENTE Y VEMOS AL FUTURO”, ello significa que de ahora en adelante el desarrollo de nuestro municipio estará encauzado conforme lo precisen los momentos históricos; retomaremos las aportaciones y la experiencia de nuestra vasta historia pasada y la que hacemos día con día para estructurar y diseñar el presente con el objeto de aguardar seguros de sí mismos el impredecible futuro; está inscrita en letras blancas toda vez que las ideas y la palabra deben ser transparentes, seguras, concretas, inflexibles y fuertes tanto como nuestro proceder.
Apreciable concurrencia:
Venustiano Carranza ya tiene escudo, refleja su idiosincrasia, sus costumbres, sus tradiciones, su historia y su proyecto de vida. Creo yo que no pudo haber mejor regalo de Año Nuevo por parte del Ayuntamiento, atinadamente encabezado por el Ingeniero Rubén valencia Andrade. Todos, absolutamente todos, debemos felicitarnos por este singular hecho. Muchas gracias.♦