Discursos

[45] Intervención en su Primer Informe de Actividades, presentado a la ciudadanía de su Distrito.

 

Auditorio de la Casa de la Cultura “Libertador Miguel Hidalgo”, Jiquilpan, Michoacán, México, sábado 25 de agosto de 2007.

 

 

Entrañables amigos José Luis Espinoza Piña, Esperanza Morelos Borja, Yadihra Tamayo Herrera, Antonio Berber Martínez y Daniel Chávez García;

 

Compañeros integrantes del Consejo Consultivo dela Oficinade Enlace Ciudadano;

 

Señores Presidentes Municipales, líderes, empresarios, medios de comunicación, señoras, señores, amigos todos:

 

Acudo a Jiquilpan, a la histórica y púgil ciudad de Jiquilpan, en la forma que esperé durante tantos años. Experiencias formativas y de desarrollo profesional me unen ya de por sí a este rincón del territorio michoacano donde se gestó un sentimiento de vida, una razón de existencia y, desde luego, un entorno de vocación. Vida y lucha son elementos que se entretejieron hace ya muchos años aquí, sí en Jiquilpan, para darme la convicción de emprender un camino en el que los demás, aún cuando se piense y diga lo contrario,  fueron siempre mi objetivo.

 

Ahora, producto de un proceso electoral al que siempre visualicé como el punto que habría de definir el antes y el después en la historia contemporánea de nuestro país, represento este Cuarto Distrito del Estado de Michoacán enla SexagésimaLegislaturadel Honorable Congreso dela Unión, llevando desde un principio la visión de un país socialmente desgastado y desigual que precisa, ya, de un rediseño que lo hagan encontrar: en lo interno, los caminos necesarios para inducir las grandes transformaciones que la nación necesita e ir ya, sin menoscabo, a la consecución de los cambios estructurales, la revisión concienzuda de nuestro Estado de Derecho y, en suma,  profundizar enla Reformadel Estado con todo lo que ello implica y, en lo externo, la posibilidad de ser merecedores de una posición geopolítica de respeto en el sistema internacional, ámbito en el que debemos defender nuestras tesis en materia de política exterior sustentadas en el respeto irrestricto a la libre autodeterminación de los pueblos, gritar nuestras verdades y hacer valer nuestra voz, con muros de la vergüenza o sin ellos, en los grandes foros internacionales.

 

Es esa la mística y el enfoque sobre el cual se circunscribe mi participación en las dos comisiones que integro en el seno dela Legislaturade la que formo parte.

 

En la de Asuntos Indígenas, donde soy producto de mis propias circunstancias y llevo conmigo el ejemplo y la vivencia, traducidos en causa personal, de una realidad que tuve frente a mi hace ya 29 años, cuando me  hice al andar por caminos y veredas dela Meseta Tarascade mi Estado en busca de definir una vocación, de encontrar el camino, de definir mi destino y de cumplir con lo mío; justo ahí, en esas tierras donde convergen la historia y la esencia de una magna cultura, ahí donde Hiripan, Hiquíngare y Tangaxoán fueron consecuentes con el legado de un gran Imperio; ahí donde Eréndira, la guerrera, surcó las páginas de la historia michoacana rompiendo con las estructuras sociales y exaltando la existencia de un pueblo que se resistió por la conservación de la raíz cultural; ahí mismo empezó la enseñanza, una iniciación y un cumplimiento.

 

Es así que en esa etapa formativa se marcó mi destino trayendo conmigo desde entonces las miradas de sometimiento, desesperanza, explotación y resignación de mis hermanos herederos de la excelsa raza Purhépecha, fueron suficientes para forjar no sólo una vocación, sino también una úlcera de inconformidad y una visión del mundo y de la propia vida; justo ahí, en el corazón de mi tierra, donde la humillación, la pobreza, la  marginación, el abandono y la soez e intolerable burla de la historia han sido dolor callado.

 

Entrañable pueblo Purhépecha, siempre te llevo en mi corazón.

 

A la par, y sabiendo la importancia de mirar más allá de nuestras fronteras con una visión renovada, ordenada y responsable de nuestra política exterior, enla Comisiónde Relaciones Exteriores asisto en la defensa de mi propia visión del mundo; una visión que sabe que hoy enfrentamos una seria crisis a nivel global donde la democracia parece agotar sus alcances reales y la convivencia entre los pueblos plantea serias vicisitudes. Es una crisis que replantea, como siempre lo he reconocido, desde los hornos crematorios de Treblinka, los horrores de la muerte en aras de la locura demoníaca de poder; que presupone, desde Hiroshima y Nagasaki, la posibilidad de la destrucción de la vida; que corrobora desde Bosnia-Herzegovina el desaliento humano; que demuestra, desde Zaire y Somalia, el imperio de la carencia de valores; que nos reitera desde Nueva York, Madrid o Londres, el grado de desquiciamiento humano; que nos recalca desde el mundo musulmán la urgencia de transformar al mundo.

 

Una crisis que, desde nuestro propio país, con la trifulca, escándalos, sinrazones, frivolidades, desarraigados y vergonzosos espectáculos de muchos de sus actores políticos, que con la carencia de acuerdos legislativos y reformas estructurales y con gritos y querellas como nueva forma de diálogo político, nos confirma, en definitiva, el agotamiento de la política.

 

Por ello entiendo la importancia de inducir ya importantes cambios estructurales pero más cambios de conciencia fincados en la transformación de actitudes y aptitudes. México y el mundo esperan por los cambios, no hay momento para treguas.

 

Y es así que desde mi trabajo político electoral propuse dos tesis esenciales: una encaminada al rescate de la credibilidad ciudadana hacia partidos, instituciones y gobierno y, una más, que va por el acercamiento del Estado al ciudadano; de hacer posible esa democracia que no termina con el depósito de un voto en la urna, sino aquélla que se proyecta como un sistema de vida.

 

A  eso apuesto, y por eso me encamino.

 

Por ello, enfrentando los odios histéricos de propios y extraños, de extraños y propios valga decirlo, enfrentando el vilipendio y la diatriba, en este primer año he caminado con la certeza de justificar una presencia y una encomienda, manifestada en las urnas, ante los ojos de esa historia propia de la que soy testigo y actor y que escribo paso a paso, día con día, en apego a una realidad distrital que me hace entender el entorno desigual que acá vivimos, desigualdad que se manifiesta en las creencias, en las convicciones, en los razonamientos, en los temperamentos, en la forma de entender el mundo y, desde luego, en la forma misma de ver y actuar en política.

 

Hemos dialogado con quien hasta ahora lo ha querido; hemos trabajado con quien también así lo ha decidido y, aún cuando estoy convencido de que nadie es profeta en su propia tierra, las cosas no han salido mal, no al menos como algunos quisieran verlas; hemos estado cerca del ciudadano, aunque enfrentamos todavía los efectos del viejo paternalismo que bien desvirtúa la esencia misma del trabajo del diputado y enfoca la sinrazón de quienes están acostumbrados a viejos esquemas sustentados en la componenda, la artimaña y la dádiva graciosa que en nada alienta el desarrollo pleno de la conciencia.

 

Así, hasta hoy, hemos resuelto ya, junto con mi equipo de trabajo, un total de 240 de 270 gestiones recibidas quedando pendientes algunas que requieren de procesos administrativos más complejos. Las decisiones y las soluciones han sido tomadas en conjunto, por ello fue necesario crear un Consejo Consultivo, grupo plural integrado por 14 ciudadanos de probada vocación de servicio y experiencia política en distintas corrientes ideológicas que coadyuva en al análisis, seguimiento y resolución de las inquietudes ciudadanas que van desde atenciones en materia de salud, educación, trámites administrativos, impartición de justicia, repatriación de cadáveres, rehabilitación de carreteras y vías públicas como en Cotija y Pátzcuaro, así como múltiples apoyos económicos a instituciones públicas y ciudadanos en lo particular.

 

De todo ello hablan nuestros archivos y los testimonios de quienes han sabido acercarse a nosotros.

 

Al interior dela Cámarade Diputados, he estado siempre atento a los llamados de mi Grupo Parlamentario y de las comisiones que integro. Enla Comisiónde Relaciones Exteriores he podido compartir importantes experiencias con mis compañeros legisladores de los diversos grupos parlamentarios, alternar con el cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, plantearme desde la tribuna para manifestar nuestra postura frente el multicitado tema de la construcción del muro fronterizo y, en el pleno de la comisión, dar el posicionamiento del Partido Acción Nacional en el primer encuentro con la canciller Patricia Espinosa Cantellano; de igual forma participé enla Reunióndel Comité Ejecutivo dela ConfederaciónParlamentariade las Américas en la ciudad de Los Angeles, California del 21 al 24 de junio de 2007 y previo a ella realicé una gira en varias ciudades de los Estados de California y Nevada con el objeto de encontrarme con organizaciones de migrantes, clubes de servicios, contratistas, empresarios y medios de comunicación con importantes resultados: se promueve ahora, en coordinación con el Ayuntamiento de Sahuayola Primer ExpoFeria Michoacana en Santa Anna California y la presencia del Museo Nacional de Antropología e Historia en esta misma ciudad.

 

Del 4 al 8 de julio integré la delegación mexicana que asistió ala IXReuniónInterparlamentaria México-Cuba, realizada en la ciudad deLa Habana.

 

En apego a la encomienda dela Comisiónde Asuntos Indígenas, de la cual también  formo parte, he tenido innumerables encuentros enla MesetaTarascay enla ZonaMazahua-Otomídel oriente de mi Estado; “Manos Indígenas Creadoras deLa Cañada”, con sede en la comunidad de Huancito, es el primer resultando importante de nuestro esfuerzo en pro de nuestros hermanos indígenas que se suma al logro, en el seno de la misma Comisión, de aprobar mi propuesta de crearla Subcomisiónde Atención a Tradiciones que buscará responder a ese reclamo generalizado de nuestros pueblos indígenas de no perder su esencia y raíz.

 

En materia de propuestas legislativas, fiel a mi tesis educacional que apoya la idea de inducir ya nuevas formas de creer para hacer posibles las nuevas formas de actuar, el 27 de marzo de 2007 presenté, ante el Pleno dela Cámarade Diputados, mi Iniciativa de Reformas y Adiciones al Artículo 38 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que busca hacer responsables a los partidos políticos de la importante educación cívico-política del ciudadano mexicano.

 

En otro orden de ideas, hemos instituido nuestro programa “Manos en Acción”, que será un instrumento permanente mediante el cual habremos de buscar un acercamiento con el ciudadano; en él habrán de confluir múltiples esfuerzos para dar resultados en materia legislativa, de intensa participación en comisiones, de gestión, de impulso a proyectos de interés comunitario y cultural, el segundo año de gestión, que inicia ya en unos días, será determinante en la consolidación del mismo.

 

La cultura me representa un reto fundamental; y es así que bajo la consigna “Preservando nuestros valores culturales” hemos promovido diversas manifestaciones artísticas con muestras pictóricas, artesanales y literarias que han logrado resaltar el trabajo de las mentes creadoras que han estado en el anonimato.

 

“Manos en Acción” será entonces el programa permanente que me ocupará de cumplir en el lapso de tres años con esa intención que un día me motivó a buscar ser diputado.

 

Distinguida concurrencia:

 

La vida, ese cauce infinito de desventuras y sueños, enfrenta a los sujetos a circunstancias en las que se aquilata su dimensión y talla. Me corresponde, en el paso de estos tres años acreditar si fui merecedor de la extraordinaria oportunidad de poner mis capacidades y disposición plena al servicio de mi Distrito. De dibujar un breve trazo en el colorido paisaje que es la historia de este rincón del territorio mexicano, de sumar voluntades en torno a la unidad de nuestro Estado y de nuestro país. Ofrezco decisión y entrega permanente, honestidad y reflexión constante, diálogo y comunicación con todos.

 

Sé, que la tarea de la representación no es ejercicio solitario sino trabajo de equipo y capacidad de concertación.

 

Sé, que es vocación de sumar, no de restar o dividir.

 

Sé, que es responsabilidad, siempre indivisible, y actitud alerta para atender demandas y críticas objetivas.

 

Sé, pues, que el encargo de representar democráticamente, de democráticamente representar, es raíz y compromiso.

 

Estamos en una carrera contra el tiempo y es necesario que asumamos la responsabilidad que nos toca. Debemos actuar ya, sin dilación y sin titubeos. Debemos actuar aún si las decisiones que reclama la hora implican darlo todo, incluso la vida misma.

 

Ese es el verdadero amor a la patria, la verdadera justificación de nuestras existencias ante la historia y ante los ojos de nuestras propias conciencias.

 

Quien tenga oídos que oiga.