Discursos

[41] Intervención en la presentación de su Iniciativa de Reformas y Adiciones al Artículo 38 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

 

Salón de Plenos, Palacio Legislativo de San Lázaro, martes 27 de marzo de 2007.

 

 

Con su venía, Diputado Presidente;

 

Señorías:

 

Mucho hemos hablado en estos días de lo que es o debe ser la reforma política, porque son numerosos los sectores de la población insatisfechos con el funcionamiento de algunas instituciones, por lógica existe una profunda desconfianza hacia la clase política, al mismo tiempo que crece un gran descontento con algunas posturas que los partidos políticos han tomado gradualmente. La actividad política ha caído en un profundo desprestigio y su costo muestra niveles inaceptables, por tanto, resulta imprescindible la necesidad de cambios de peso, y sin lugar a dudas  una forma eficaz para lograr estos, es alentar la participación ciudadana, para así reconstruir y fortalecer los lazos entre la ciudadanía y el sistema político.

 

Dicha tarea resulta un arduo proceso que requiere encarar ante todo el fortalecimiento de la democracia integral. Es necesario, el consenso de toda la sociedad civil a fin de que esta impulse a la clase política a un compromiso auténtico, que deberá producir grandes avances individuales y colectivos para la vida política de México.

 

En este sentido mucho se ha dicho sobre lo que los mexicanos esperan de los partidos políticos y de sus candidatos a los diferentes puestos de elección; sin embargo, poco se ha mencionado sobre el trascendental papel  que la sociedad mexicana debe desempeñar en la vida política, social, económica y cultural  en  unión con sus propios partidos políticos, es decir de aquellos hacia los que inclina su preferencia, intereses o disciplina cautiva si se requiere.

 

Si bien es cierto que el sufragio concede a los ciudadanos la oportunidad de participar directamente en la vida política, es importante que su participación no se restrinja únicamente a ello, ya que la política no consiste únicamente en el voto de la sociedad ni en las ideas demagógicas o de filosofías complejas, la política es, el modo de vivir de cada uno de nosotros, y la democracia es mas que un mero sistema de legitimación del ejercicio del poder, mucho mas que una actitud o conducta reservada para unos cuantos, es un régimen de participación popular que sobrepasa el mero electoralismo reducido al periódico ritual de depositar un voto en la urna electoral.

 

La voluntad de la sociedad mexicana es inequívoca. El cambio que vive el país es ya irreversible, y la ciudadanía ya no debe representar solamente el voto cautivo característico del México que nos precede, lo pasado y lo futuro no son nada comparados con el severo hoy.

 

La hora decisiva no solo para los partidos políticos sino para la sociedad mexicana entera está en puerta; los partidos deben coadyuvar de manera decisiva en el diseño del rumbo que le país habrá de tomar en los próximos años. Grande es el reto.

 

Un México más viable solo es posible si se trabaja en el fortalecimiento de nuestra cultura política, buscando de entre los nuevos semilleros de todas las instituciones políticas mujeres  y hombres  con verdadero amor al arduo quehacer de la vida  política en nuestro país. El reto para  las nuevas generaciones es alto y quienes tenemos la responsabilidad de enriquecerlas en cultura política como miembros de la misma, debemos ser concientes del papel que jugamos, y por tanto estar  prestos para hacer todo lo que nos sea posible con tal de  conseguirlo.

 

Entre las claves para construir una nueva sociedad, conformada por nuevos ciudadanos, existe la necesidad de desarrollar un sentido crítico entre la población con respecto a la vida de lo partidos políticos, así como  la necesidad de centros  alternativos de  educación cívica  que se ocupen de la formación política de los ciudadanos.

 

Hoy nuestro país requiere mas que nunca de ciudadanos y partidos educados políticamente, de ciudadanos capaces de entender su propia responsabilidad en el diseño de los cada vez más cambiantes  procesos democráticos, y  que tanto los partidos políticos como los ciudadanos seamos capaces de contribuir de mas y mejores formas a la integración de la representación nacional.

 

Ahora bien la formación política, para que sea fértil y robusta, ha de hacerse con todos los medio e  instrumentos con los que cuenten los partidos políticos para ello, toda vez que como entes del estado fueron creados con la finalidad de promover la participación del pueblo en la vida democrática.

 

Así entonces para que el pueblo mexicano  sea capaz de atreverse a ver el futuro de una forma diferente de como hasta ahora, es necesario contar con mas ciudadanos preparados en lo que refiere a la formación política, y actuar decididamente por una mejor sociedad, ya que este es el reto que se tiene hoy presente.

 

El camino en este sentido para la política solo es uno, debe avanzar hasta conseguir que la sociedad este convencida  de  que las cosas pueden ser distintas de como se han mostrado hasta ahora en el ámbito político y afrontar la realidad de México sin pesimismos.

 

Siendo así el objetivo del presente proyecto de decreto, es el de desarrollar e implementar un programa integral de formación política para todo ciudadano en temas como cultura política y formación ciudadana que respondan a la dinámica del México en el que hoy vivimos por parte de nuestros partidos políticos.