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Presentación de Iniciativa de Proyecto de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Salón de Plenos, Palacio Legislativo de San Lázaro, jueves 14 de febrero de 2008.
El jueves 14 de febrero el Diputado Felipe Díaz Garibay presentó en el Pleno de la Honorable Cámara de Diputados su Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. El objetivo de la propuesta es normar la comunicación social emitida por el Estado, mediante una política que dé coherencia a la información generada por las diferentes áreas de la comunicación, evite las contradicciones y la desinformación que hoy se produce en el quehacer público y para ello propone la creación de la Secretaría de Medios y Opinión Pública.
En su intervención en Tribuna, Felipe dejó claro que el diseño e implementación de una política pública en materia de comunicación para nuestro país es, hoy, un asunto de importancia estratégica que requiere que la política de comunicación gubernamental actual sea entendida como una política pública emitida a través de un ente especializado dentro de la propia estructura del gobierno de nuestro país. Las condiciones políticas, sociales y económicas que favorecían el viejo modelo de comunicación gubernamental han cambiado, y la persistencia de sus viejas formas puede a la larga provocar rendimientos decrecientes para el propio Estado.
En otro orden de ideas dijo que “el contenido y los alcances de la comunicación política moderna ya no corresponden con la antigua visión de los ‘manipuladores’ de noticias, de los improvisados que al cobijo de sus amistades ocultaban sus deficiencias profesionales, en virtud de haber dedicado su esfuerzo a la creación de luminarias políticas y al cultivo faraónico de la imagen de los funcionarios que a su vez, invariablemente, estaban sujetos a sus propias metas políticas”.
Con su propuesta, Felipe deja dicho que a estas alturas del proceso de democratización en México, ya debería haberse tomado conciencia de que, en general, nuestro gobierno requiere de una política de comunicación que cumpla con todos los cánones exigibles a las políticas gubernamentales mediante acciones que eviten las contradicciones, indeterminaciones y en su caso la desinformación que, derivado de las complejidades de los nuevos tiempos y la propia organización del Estado, llega a propiciarse.♦