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[262] ¿EL RESGUARDO MAS EFICAZ?... EL OPTIMISMO

 

Felipe Díaz Garibay

 

 

Retomado del texto “Así es la vida según Gandhi”

 

Parte 19

 

 

Columna "Una voz en el silencio", semanario "Noticias Cuarto Poder" de Sahuayo, Michoacán, México, domingo 13 denoviembre de 2016.

 

 

 

El optimismo es un valor que hace que el ser humano posea ciertas cualidades, como son el entusiasmo, el dinamismo, la voluntad para emprender y vivir la vida con plenitud e intensidad enfocado a los hechos pero siempre con los pies bien plantados en la tierra. El optimista vive sus propias circunstancias, las asimila, aprende de ellas y crece con ellas; sus circunstancias son esos momentos, coyunturales o no, de nuestra existencia que se forjan con nuestro diario vivir y que dan paso a las páginas de nuestra propia historia.

 

El optimismo es una actitud y es algo que no se aprende sino que se lleva en nuestro propio modo de vida. Caminamos con él si lo aceptamos pues en esencia es un valor que nos permite confiar en nuestras capacidades y posibilidades pudiendo enfrentar con perseverancia, y un estado de ánimo muy positivo, el sin fin de vicisitudes a que nos enfrenta nuestro camino de vida; el optimismo es esa posibilidad de poder descubrir lo bueno de las personas y de encontrar soluciones, ventajas, posibilidades al esquema de inconvenientes que se nos presentan.

 

El sentido común y la gran mayoría de la gente, siempre dice que ser optimistas nos ayuda a ser más exitosos en nuestra vida. Sin embargo, es posible que no tengamos muchas respuestas lógicas al por qué debe ser así, o no tengamos claro exactamente cómo podemos ser optimistas para experimentar sus ventajas y, desde luego, tener una vida colmada de éxitos.

 

Es preciso aclarar que no siempre la consecuencia lógica del optimismo es el éxito. Sino que a veces podemos equivocarnos y lograr los resultados esperados. Esto nos da a entender que el optimismo es una actitud de recomenzar permanentemente sobre nuestras acciones, decisiones, hechos y vivencias; para ver en que fallamos y comprenderlos para en un futuro inmediato, superarnos y lograr los objetivos tan deseados.

 

El optimismo es la posibilidad que nos damos a nosotros mismos de rediseñar nuestro destino a cada paso, día con día, al despertar de cada día; es poder saber que estamos frente a un universo de posibilidades entre las que podemos elegir las que están a nuestro mejor alcance.

 

El optimismo es, en suma, el único antídoto que nos hace dar la vuelta a la página del nefasto pesimismo que es, sin lugar a dudas, el mayor de los impedimentos para ser consecuentes con los éxitos que deseamos para nosotros y para otros.

 

Lo antagónico al optimismo es el pesimismo, pero ambas son dos tipos de actitudes que nosotros escogemos libremente ante la vida; habrá quienes nos impongan condicionamientos que puedan conducirnos a ver la vida como un camino sin salida, pero de cada uno de nosotros depende el sentido que elijamos.

 

EL pesimismo se contagia y algunos nos lo imponen. 

 

El pesimista se caracteriza por observar el lado negativo de la situación, y con la fuerte convicción de que empeorará, sin buscar una posible solución para salir adelante del mal momento, vive en la absoluta predisposición e influye a otros si se lo propone. Como tal, el pesimismo jamás permite ver el lado positivo de las cosas, actitud que limita al individuo para intentar y esforzarse por solucionar los problemas o inducir el menor esfuerzo para ello.

 

El pesimista es visto como un ser humano que complica la vida de las demás personas, no sólo por su actitud de ver un único lado de las cosas, y que su destino es el fracaso, sino porque no permite consejos o u apoyo de su entorno, ya que es más fácil pasar todo el día lamentándose, llorando y quejándose por lo sucedido.  

 

Por el contrario, el optimismo es una actitud positiva que se nos presenta a todos los seres humanos para escoger soluciones ante una problemática o difícil situación por la cual atraviesa en un momento determinado de su vida.

 

Mis apreciados lectores, no tengamos la menos de las dudas de que ser optimista permite observar en las cosas o situaciones malas las oportunidades y desafíos para crecer como ser humano, aprender de los errores y adquirir impulso para continuar en la lucha de su objetivo; la persona optimista siempre estará llena de seguridad, capacidad, convicción, y transmite tranquilidad ya que siempre observa el lado positivo de la cosas y se moviliza por buscar soluciones por encima de empeorar los problemas.  

 

El optimismo siempre estará acompañado de la esperanza que posee cada individuo en cada una de sus acciones para enfrentar los peores aspectos de la vida en forma positiva, poniendo todo el esfuerzo y energía para superar las adversidades u obstáculos que se presenta en el camino para alcanzar su fin.  

 

De nosotros dependerá siempre entonces la actitud que tomemos en los caminos de la vida, pero claro queda que grandes serán las soluciones que podremos vislumbrar cuando nos negamos a permitir la entrada del ave negra del pesimismo a nuestros mundos internos.

 

Gracias infinitas por su atención de leerme, nos vemos la próxima semana con la gracia infinita de Dios.

 

En tanto les dejo el más grande de los abrazos.