[163] DE NUEVO LA REFORMA POLITICA, ¿SERA VERDAD?
Parte III y última
Felipe Díaz Garibay
Semanario "Tribuna" de Sahuayo, Michoacán, México, domingo 14 de febrero de 2010.
Definitivamente una reforma política en México, de la talla en que la ha propuesto ya al Congreso el Presidente Felipe Calderón, no será posible sin el compromiso expreso de todos, sin excepción, los partidos políticos que interactúan en el escenario político nacional y definen los parámetros del desenvolvimiento institucional de México.
Pero debemos estar ciertos de que algo pasa en los partidos políticos. Muchos cuestionan ya su existencia y no pocos sostienen que éstos ya nada dicen a la democracia, ya nada dicen al futuro.
Hacia referencia yo en la primera parte de esta serie de las seis grandes conclusiones a que había llegado Norberto Bobbio en su propuesta “El Futuro de la Democracia”, de entre las cuales yo rescataba la existencia de un ciudadano poco educado políticamente como la más grave. Es indudable que cualquier esfuerzo en materia de Reforma Política o Reforma del Estado será prácticamente nulo sin la concurrencia de la opinión ciudadana que finalmente hace la esencia de la política y, desde luego, del propio Estado.
Lamentablemente ello no está muy a la vista en virtud de la carencia de cultura política de importantes bloques ciudadanos, incluso de quienes militan al interior de los partidos políticos.
Pero los partidos poco aportar a la culturización de sus militancias. Algunas las ven como un ente domesticado, pasivo que debe estar puesto y dispuesto a cumplir los parámetros impuestos por sus propias dirigencias, otros como el instrumento idóneo para la movilización electoral, otros más como la mercancía más barata a la que hay que comprarle la conciencia en aras de un sufragio, no pocos como el sustento de una mal llamada “democracia” que después de los triunfos poco se ocupa de sus interrogaciones y exigencias.
En conclusión los partidos políticos no están creando ciudadanía y ello es grave.
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) encomienda a los partidos políticos contar con un centro de formación política, aunque indudablemente todos lo tienen, no todos son consecuentes con la tarea de educar políticamente a sus militancias, y no me refiero al hecho de formarlos de manera exclusiva para la movilización electoral sino a esa capacitación que las haga parte activa de la misma política pero desde una visión más amplia, con debate propositivo, capacidad de tolerancia y, por sobre todas las cosas, visión de futuro.
Los partidos y sus dirigencias están muy ocupados en otros menesteres en los cuáles, y queda claro porque está a la vista, la formación política es asunto rebasado, que no tiene importancia y bien vale más para ellos la animadversión que puedan infundir en sus cuadros en aras de movimientos electorales a los que ellos llaman “participativos”.
La competencia política ha llevado a los partidos a adoptar la forma de partido 'profesional electoral'; se trata de un modelo en el que se arman agencias electorales sobre discursos pragmáticos y centristas, con liderazgos personalizados dentro de un esquema de medios masivos. Tal vez, en este sentido, se pueda ubicar el objetivo electoral de los planteamientos educativos que tienen las plataformas. Pasan de largo que es necesario entender que un proyecto de educación política, que sea capaz de incorporar a los actores del proceso y lograr amplios consensos, constituye una de las mejore salidas.
Y justamente los actores del proceso, al interior de los partidos, lo constituyen las militancias.
Bien vale la pena destacar que un México más viable solo es posible si se trabaja en el fortalecimiento de nuestra cultura política, buscando de entre los nuevos semilleros de todas las instituciones políticas mujeres y hombres con verdadero amor al arduo quehacer de la vida política en nuestro país. El reto para las nuevas generaciones es alto y quienes tenemos la responsabilidad de enriquecerlas en cultura política como miembros de la misma, debemos ser concientes del papel que jugamos y, por tanto, estar prestos para hacer todo lo que nos sea posible con tal de conseguirlo.
Entre las claves para construir una nueva sociedad, conformada por nuevos ciudadanos, existe la necesidad de desarrollar un sentido crítico entre la población con respecto a la vida de los partidos políticos, así como la necesidad de centros alternativos de educación cívica que se ocupen de la formación política de los ciudadanos.
Hoy nuestro país requiere mas que nunca de ciudadanos y partidos educados políticamente, de ciudadanos capaces de entender su propia responsabilidad en el diseño de los cada vez más cambiantes procesos democráticos, y que tanto los partidos políticos como los ciudadanos seamos capaces de contribuir a más y mejores formas a la integración de la representación nacional.
Ahora bien la formación política, para que sea fértil y robusta, ha de hacerse con todos los medio e instrumentos con los que cuenten los partidos políticos para ello, toda vez que como entes del Estado fueron creados con la finalidad de promover la participación del pueblo en la vida democrática.
Así entonces para que el pueblo mexicano sea capaz de atreverse a ver el futuro de una forma diferente de como hasta ahora, es necesario contar con más ciudadanos preparados en lo que refiere a la formación política, y actuar decididamente por una mejor sociedad; este es el reto que se tiene hoy presente.
El camino en este sentido para la política solo es uno, debe avanzar hasta conseguir que la sociedad este convencida de que las cosas pueden ser distintas de como se han mostrado hasta ahora en el ámbito político y afrontar la realidad de México sin pesimismos.
La dinámica del México que hoy vivimos, requiere del desarrollo e implementación de programas integrales de formación política para todo ciudadano que participa y milita en las organizaciones políticas y partidos. Como punto de partida, mucho habrá de lograrse con ello en aras de la construcción de una Reforma Política con verdaderos alcances, no hay otro camino y cualquier otro esfuerzo en contrario será totalmente inútil.♦