[106] CRUZADA DISTRITAL POR LA DEMOCRACIA. NOTAS PARA UN HISTORIA INTEMPORAL
Felipe Díaz Garibay
Candidato del Partido Acción Nacional a Diputado Local por el IV Distrito Electoral del Estado de Michoacán, con cabecera en Jiquilpan
Parte VII
Semanario “Tribuna de Sahuayo, Michoacán, México, domingo 31 de octubre de 2004.
INTERVENCION EN LA REUNION DE TRABAJO CON EL LIC. LUIS FELIPE BRAVO MENA, PRESIDENTE DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PARTIDO ACCION NACIONAL.
Hotel "Plaza" de la ciudad de Sahuayo, Michoacán, México, domingo 24 de octubre de 2004.
Señor Licenciado Luis Felipe Bravo Mena, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional;
Compañeros candidatos, militancia, simpatizantes y seguidores de la causa de nuestro Partido:
Qué grato es, en el contexto de este intenso proceso electoral, de esta guerra de declaraciones, encuestas, sondeos de opinión, encuentros, desencuentros, actitudes dictatoriales y legítimos reclamos populares, contar con la presencia de nuestro dirigente nacional, Luis Felipe Bravo Mena. Es, un tanto, como en el trayecto del sinuoso camino del desierto encontrar el remanso del oasis que sugiere retomar fuerzas para continuar la tarea legionaria; es encontrar la mano del amigo fiel, del compañero de causa y la voz que te dice “aquí me tienes, jamás he estado lejos de ti”.
Estar cerca de las bases, representa para las dirigencias partidistas conocer de cerca las legítimas aspiraciones de quienes dan razón de esencia y existencia a los partidos.
En efecto, la militancia posee una categoría especial pues representa el núcleo de los elementos de base y sobre ella descansan todas las actividades especiales del partido; es la promotora de nuevas adhesiones, la voluntaria comprometida en las tareas arduas y difíciles, la propagandista espontánea, la más esforzada en la lucha electoral y, lo más importante, el vientre generador de votos.
Es por ello que exalto la presencia de nuestro dirigente nacional en este encuentro porque como partido tenemos una militancia altamente comprometida y todos, en conjunto, representamos no solamente la opción viable sino una que lleva consigo una visión distinta de los quehaceres públicos, porque somos una opción con historia, con trabajo, con lucha verdadera y porque como organización política tenemos absoluta identificación con un proyecto de nación que nos identifica no solo como mexicanos sino también como orgullosamente panistas.
El panismo no puede llevarse solamente en una credencial, es toda una convicción y una gama de principios; el panismo se lleva en la sangre porque somos parte de un partido que ha sabido abrirse brecha durante 65 años empujando hacia la consecución de los grandes y nobles fines de la democracia dejando en el camino, entre otras, la semilla de Manuel Gómez Morín, Manuel de Jesús Clouthier y Carlos Castillo Peraza.
Yo sí creo que el verdadero panista es un revolucionario, no un ser domesticado; es un militante digno, no un abyecto; es un luchador social de tiempo completo y no un ignorante provocador. El panista sí cree en la democracia no en la dictadura, busca la justicia y el bien común en todas sus manifestaciones y no la desigualdad; busca también el desempeño de posiciones porque sabe que sólo actuando se transforma la realidad; sabe, al mismo tiempo, que para transformar la realidad se requiere la acción política organizada y colectiva, por ello, debe entender la disciplina y el trabajo incansable como responsabilidad razonada y libremente asumida.
Con apego a esa disciplina, y a estos postulados, como candidato a Diputado Local por este Cuarto Distrito Electoral, he tenido la oportunidad de llevar un mensaje claro a los ocho Municipios que lo integran.
He hablado de democracia, porque sé que la tarea de gobernar no es ejercicio solitario sino trabajo de equipo y capacidad de concertación, es vocación de sumar, no de restar o dividir, es responsabilidad y actitud siempre alerta para atender demandas y críticas objetivas pero más es raíz y es compromiso con los nuestros.
He reconocido que ser candidato constituye más que un reto porque yo sí espero que mis conciudadanos crean plenamente en las instituciones que históricamente nos han dado razón de vida como nación, porque yo si creo en una política digna y porque yo sí creo en un Michoacán más justo e igualitario y, también, porque no quiero que mi pueblo pierda la esperanza.
He reiterado mi certeza de que muchas cosas no han cambiado en los Municipios de este Distrito, así como mi preocupación por ver a un ciudadano desgastado, incrédulo, apático a la tarea política y hundido en un afán que bien habla de una renuncia incluso a sí mismo.
He gritado hasta el hartazgo mi propuesta que engloba la razón de ser de mi trabajo político-electoral y que se sustenta en una visión humana de la política y, por ello, también del trabajo legislativo donde el ciudadano, lejos del tabú de las siglas o los colores, es primero, la mayor de las prioridades y el punto de partida en las decisiones políticas y gubernamentales.
Por ello he recorrido mi Distrito y he procurado llegar a todos. Yo sí me he manchado los zapatos de lodo; yo sí he saludado al campesino que trae sus manos cansadas y marcadas por las huellas de su duro trabajo; yo sí he visto correr la lágrima del desesperado, del que no tiene para comer, del que ha perdido a sus hijos o a sus padres por carecer de los recursos suficientes para curar sus enfermedades, yo sí he vivido de cerca, al igual que mis compañeros candidatos a las Presidencias Municipales y muy especialmente Ricardo Sánchez Gálvez, la desesperación de un pueblo cansado de la promesa y de la burla que hacen de su voluntad aquéllos que medran con su voto y lo equiparan con una mercancía por la que hay que regatear como si se tratase de algo barato y de segunda o tercera mano.
Nosotros sí nos hemos identificado con nuestro pueblo y, por ello, yo no creo que los otros sean capaces de responder a sus más elementales necesidades porque carecen de visión para ejercer la tarea política, porque les falta la imaginación para ser gobierno, porque no tienen ni la dignidad ni la menor vergüenza para acercarse al pueblo a envolverlo en sus mentiras y en esas promesas que, saben, jamás les van a cumplir.
Como candidato a Diputado, estoy cierto de que no podremos ser consecuentes con el proyecto de nación a que aspiramos legítimamente todos los mexicanos si, a su amparo, no iniciamos nuevas reformas y profundizamos las ya iniciadas. Es preciso reforzar la sociedad en que vivimos en la medida en que la transformemos, pero que se entienda bien que en el terreno legislativo tenemos que ser reformadores y no reformistas, transformadores y no remendadores y ser capaces de impulsar esas nuevas reformas que requieren los cambios estructurales que México necesita para poder insertarse plenamente al proceso que marcan los nuevos ritmos del sistema internacional, para poder ser consecuentes con el proyecto de nación que ha visualizado el Presidente Vicente Fox Quesada, para hacer honor a toda esa sangre que, en aras de construir una sociedad más justa e igualitaria, han sido capaces de dar tantos y tantos mexicanos.
Esa es mi consigna, mi máxima y mi esencial propuesta, por eso debemos ganar porque frente a la impotencia electoral de quienes predican o practican la mentira, la violencia o la contraviolencia, yo confío en la decisión del pueblo, en la fuerza de la sociedad y en la fuerza de la ley. (Continuará).♦
